jueves, 13 de septiembre de 2012
Si no hiciste la foto, no pasó nunca
Hoy he leído un post muy interesante relacionado con los medios de comunicación y la memoria, nada menos que por Godin Seth. Me llamó la atención un pequeño fragmento en particular que me hizo detenerme a pensar sobre cómo nos afecta la vida digital.
En un mundo de tweets por la mañana, el flujo imparable de noticias, historias y mensajes digitales, en todas las formas diferentes habidas y por haber, hace que la realidad actual sea en un mundo completamente diferente: es en un mundo digital. Solíamos hacer cosas en persona sin más, y por lo tanto recordábamos los acontecimientos por lo que eran, por lo que nuestra mente seleccionaba almacenar a su gusto. Ahora son las fotos en Facebook lo que nos lo recuerda. ¿Un excesivo material digital está obstaculizando nuestra auténtica memoria?
Si te detienes a recordar lo que hiciste hace 6 meses, o 3 meses o 1 mes, ¿pudiste? Quiero decir, de una manera clara, con detalles. Estoy de acuerdo con el siguiente:
Al reemplazar continuamente la vida real a través de actualizaciones digitales, ¿qué es lo que ocurre con los recuerdos que construimos para nosotros mismos y la gente con la que convivimos? Tenemos la capacidad de acordarmos de nuestras vivencias cada vez con más detalles, pero, por contra, la mayoría de los recuerdos acaban siendo lo que hemos encontrado a través de lo digital y no lo que nuestro propio disco de almacenamiento pretendría que recordaras. Y donde quiero llegar es: nos acaban importanto los acontecimientos de la misma manera? G. Seth
En realidad, me acuerdo más ahora de los acontecimientos que van sucediendo a lo largo de mi vida, más de lo que nunca pudiera haberlo hecho antes sin las redes sociales. Obviamente, mi vida se construye de momentos, en la mayor parte, offline. Vivo una vida completamente normal, pero al mismo tiempo ya estamos escribiendo un tweet. Estamos en movimiento, no estamos sentados en el ordenador todo el día (bueno, excepto cuando estoy trabajando, entreteniéndome o escribiendo en este blog) utilizamos aplicaciones a través de nuestros teléfonos y todo esto se produce mientras también vivimos nuestra vida fuera del mundo digital. Nuestra vida ya está dentro de lo digital desde el momento en que te despiertas y miras el teléfono móvil.
Por lo tanto, al archivar toda mi actividad en línea y tener este blog y mis feeds sociales para captar a otra gente sobre mi vida me hace sientir más en sintonía con mi progreso y la actividad social. Me siento como si estuviera realmente documentando mi vida. Y, otras veces, cuando se produce un momento especial (por ejemplo, el funeral de mi abuelo), vemos que este sigue seguirá siendo único, arraigado en mi memoria y lo será para siempre. No hay foto, actualización o texto escrito para capturar ese momento.
Ahora es algo más bien raro que exista un momento que no esté documentado, y esto hace que sea aún más especial los que no lo son y prevalecen importantes para toda tu vida -sean buenos recuerdos o no tan buenos-. Pero seguramente me seguirán haciendo fotografías cuando salga de fiesta, esté de vacaciones o que esté viendo una escena visualmente atractiva que quiera inmortalizar. Para ayudarme a recordar su ubicación y el ambiente de ese preciso momento, lo que estaba viendo y recordarlo posteriormente. Y para estas ocasiones, me gusta hacer su seguimiento online de esas pequeñas cosas de mi vida normal y mundana que suceden, y así recordarlos fácilmente y no dejar que nunca se me escapen.
Sé que he dicho antes, pero si aún no lo habéis probado, tratad de conseguir TimeHop. Podéis obtener actualizaciones diarias de los tweets que le enviasteis hace un año y podréis ver lo que hicisteis ese día o cómo os sentíais. Yo no puedo recordar lo que hice un día como hoy el año pasado. Es algo bonito de ver, qué hice o qué pensaba hace un año, esa "yo" en mi vida normal sin grandes eventos.
WebRep
currentVote
noRating
noWeight
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario